martes, 20 de mayo de 2008

Nada de referendos revocatorios


O Bolivia se forma y conforma alrededor de una renovada y hasta nueva manera de hacer política, o no se formará nunca ni menos conformará nada. Algunos de nosotros creemos que cualquier referendo revocatorio otorgaría razón para que los recalcitrantes miembros del Poder Ejecutivo, incluyendo el Presidente y el Vicepresidente, dijesen que la Constitución espuria de ellos ha sido aceptada, y que en función a ella se están llevando a cabo el mentado referendo revocatorio, lo que es inaceptable pese a lo que dictamine la Corte Nacional Electoral que de "nacional" se ha visto que tiene poco.
¿Por qué aceptar referendos revocatorios de la función de los prefectos de la Media Luna y Cochabamba cuando nadie significante de éstos cuestiona el desempeño de sus prefectos? Y pensándolo ¿por qué aceptar un referendo revocatorio del mandato de cinco años de Su Excelencia cuando éste debería más bien reconocer que su constitución espuria; el asalto a la hacienda pública por parte del Gobierno para financiar publicidad de todo tipo a su favor; sus viajes de exhibición y de poco contenido favorable a Bolivia; la creciente crisis de importantes sectores de exportación, de construcción, educativo y de salud; la maliciosa dolarización de las remesas a los departamentos; el fracaso de las nacionalizaciones de las industrial del gas y del petróleo que afecta a todo el país y sobre todo a la Media Luna; el incremento desmesurado de la deuda pública interna: y la inflación, ente otros, son inaceptables, y que la Media Luna no negociará ni menos irá a ningún referendo nacional a no ser que se repudien las referidas anomalías en forma pública y perenne, y se forje un ambiente de consenso. O Su Excelencia arregla lo desarreglado imponiéndose a los recalcitrantes de su entorno, o los que vengan tendrán que hacerlo tarde o temprano. Por otro lado ¿por qué no decir a voz en cuello que primero se esperarán los resultados de los referendos de Beni, Pando y Tarija, y quizá los de Cochabamba y Chuquisaca, antes de hablar de cualquier tipo de futuro del actual Gobierno central y sus bemoles chaviscoide-castristas?
¿Acaso no sería mejor que Su Excelencia cumpliese sus cinco años de Gobierno para que quede cimentado en la historia el fracaso de la nacionalizaciones y ahora de YPFB, posiblemente el Mutún, la fuga de gente y de otros tipos de capital incluyendo la voluntad de hacer nada serio a favor de todos los habitantes del país? Son tantas las tonterías de este Gobierno que si la fibra nacional no se ha descarriado es porque el pueblo boliviano en general es sufrido y pervive a su modo y con su propio esfuerzo y dedicación, pese a los gobernantes que le han tocado. No hay mal perfecto por más esfuerzo que se invierta en procurarlo.
El voto a favor de la autonomía de Santa Cruz en gran medida significa un rechazo de la constitución espuria de este Gobierno, y también un repudio a éste y su errático proceder, y punto. Y el que no lo vea así está equivocado. A esto habrá que añadir los resultados de los referendos de Beni, Pando y Tarija que por donde se vea se asemejarán al resultado de Santa Cruz. Entonces ¿por qué hacer un referendo revocatorio de nadie que no sea intentar meter por debajo de la remendada alfombra política nacional la voluntad de este Poder Ejecutivo que más tiene cariz de componenda política que otra cosa?
La Media Luna tiene obligaciones ineludiblemente democráticas que cumplir que son los referendos de autonomía. También tiene que continuar presentado un novísimo frente político de oposición al "Gobierno central" (que dicho sea de paso no sabe cuán central es ni mucho menos). Por otro lado la coyuntura está dada para que la verdadera oposición política a este Gobierno se organice sobre lo que ya está política y democráticamente organizado, o sea la Media Luna más Chuquisaca y Cochabamba. Dar éstos unos cuantos pasos más para organizarse políticamente y alcanzar el poder del Gobierno central es parte de la coyuntura actual. Pero para esto necesita tiempo, y ¡ojo! tiempo también necesita la soga del Gobierno para colgarlo del todo. La Bolivia en formación necesita que la Media Luna, Chuquisaca y Cochabamba se organicen en simbiosis política nacional ofreciendo la unión del país bajo una fórmula presidencial que ofrezca de entrada una versión renovada de la Asamblea Constituyente donde nunca se excluya a nadie. En este momento no hay fuerza política que se le asemeje, ni siquiera el MAS porque en éste la hueste obedece y no cuestiona. Las muchedumbres de la Media Luna saben qué quieren y dónde van sobre todo con lo de la autonomía.
O sea nada de políticos reciclados, ni nada de amedrentarse ante un futuro nacional multiétnico y pluricultural vigorizado y respetuoso de la ley. A esto ha llevado la debacle de los gobiernos que hemos tenido hasta ahora incluyendo el actual. La verdad es que no hay mal que por bien no venga. La oportunidad de cambio profundo e irreversible es hoy única y no debe desperdiciarse.
Jorge V. Ordenes L.